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jueves, 31 de julio de 2008

El adiós a la Península

Pasó mucho tiempo desde que volví de la península, desde que abandoné París y Barcelona. Me quedaron muchas cosas por contar, muchas fotos por mostrar, muchas cosas por recordar. Tenía ganas de seguirlo, sinceras ganas de seguirlo, pero la verdad es que carecía de sentido prolongar esto.

Este blog fue la válvula de escape que tuve cuando estuve allá, lejos de todo. Ahora, de nuevo en casa, escribir este blog "desde la península", sería algo contradictorio, considerando que la península ha quedado en el recuerdo, en la historia, en las fotos, en los archivos jpg de mi computadora.

Así que posteo esto como una especie de despedida a mi mismo, al Dema que quedó allá, riéndose de la gente que se sacaba fotos con la Salamandra en Parque Guell, buscando similitudes entre Barcelona y Buenos Aires, el Dema que caminaba por París sin preocupaciones ni mapas, haciéndose entender en un tosco inglés, combinando metros con extraña eficacia, descubriendo una ciudad oculta entre tanto turista fácil.

Posteo esto como una especie de despedida a esos cuarenta días en Barcelona, a esos ocho días en París, que hoy, a la distancia, son como un sueño que no soñé.

Hasta la próxima península,

Demax.-



(Foto en los Jardines de Versalles, mirando el horizonte)



Actualización - Un año después:
La aventura sigue acá: http://marianodemaria.blogspot.com/ !

viernes, 16 de mayo de 2008

París


Me fui a París nomás, a pasar una semana completamente desconectado del mundo, nada de celular, nada de internet, nada de teléfono.

Hoy viernes a las nueve de la noche hora españa me subo al tren.

Nos vemos el veintiseís de mayo.

Saludos para toda la gente amiga, conocida y por conocer.

:)

Demax.-

Actualización - Un año después:
Fotos de mi viaje a París acá: http://marianodemaria.blogspot.com/2009/05/un-ano-de-par.html

sábado, 3 de mayo de 2008

Sacando los pasajes para París - II

Continuando con la epopeya de conseguir los pasajes para ir a París, luego de recibir mi primer reprimenda peninsular, me siento a esperar que llegue el tren que me devuelva del aeropuerto a la ciudad:

Mientras espero, le consulto a una empleada del Renfe (cuyo único trabajo es darle pasajes gratis a los que vienen del aeropuerto. Imaginense, horas y horas de estar ahí entregando pasajes gratis. Para mi que es la pareja perfecta para el que maneja el autobús), si sabe donde puedo sacar los pasajes, a lo cual me dice que me conviene ir a averiguar a "Barcelona Sants"

¿Qué es Barcelona Sants?

Esto es Barcelona Sants:

Cuando cruzo una calle, me encuentro con la siguiente inscripción en la acera:
El cual traducido dice: "En Barcelona, uno de cada tres muertes por accidentes de tráfico son ocasionadas por leer este mensaje".

Una vez dentro, tenés que ir y pedirle a este tipo que te de un numerito para sacar el pasaje. O sea, el trabajo de este tipo es darte un numerito, nada mas, ¡es decir!, horas y horas parado ahí con su pechera amarilla haciendo las siguientes preguntas:

- ¿Adonde viajas?
- A París.
- ¿Cuando?
- En mayo.

Solo recién después de tal interrogatorio, te hace poseedor de un númerito. Hora tras hora, las mismas preguntas. (Lo siento por el tipo del autobus, pero este tipo es la media naranja faltante de la empleada que regala pasajes. Imaginenlo juntos, ella regalando pasajes, el entregando numeritos... ¡SI ESO NO ES AMOR, ENTONCES YA NO SE QUE ES!)

En fin, en la imagen dice 147, y yo tenía el:

Varias hojas de Saramago después... el momento tan esperado llega:

- Hola, quería averiguar si hay pasajes para París...
- Claro que hay -responde la mujer, sonriendo- ¿cuando querés ir?

:)

Esta imagen lo dice todo:


Saludos peninsulares,

Demax.-

Pd: Como me equivoqué el día del pasaje, al otro día tuve que ir a cambiarlo =/.

lunes, 21 de abril de 2008

Sacando los pasajes para París - I

Yo: Hola, ¿cómo hago para llegar al aeropuerto?
Conserje del hotel: Bueno, tienes que coger el metro y después coger el Renfe.
Yo (pensando "¿A quien me tengo que coger?"): Ah... gracias.

Resultado:Tomo el metro desde Vallarca hasta no recuerdo cual estación. Me bajo del metro y me encuentro con este pasillo largo:


Al final del mismo paso por un Kiosko atendido por un costa riquense al cual le pregunto:

Yo:Maestro, ¿el Renfe donde lo tomo?
CostaRiquense (señalando la otra punta del pasillo que acabo de terminar de cruzar): El Renfe ya.
Yo: Eh... vale.

Como los costa riquenses onomátopeyicos nunca fueron de confiar, sigo caminando en mi dirección hasta que llegue a un callejon sin salida. Una gallega me ve desorientado y me pregunta "¿Adonde quieres ir?". Con cara de perrito mojado respondo "Al aeropuerto...", a lo cual la gallega señala hacia el lado de donde vine y dice "Al final del pasillo".

Subo las escaleras y comienzo mi retroceso. El costa riquense rie al verme pasar.


El pasillo era taaaaaan largo, que la gente iba perdiendo las zapatillas.


Luego de un interminable pasillo llego a la tan deseada escalera y arribo a la entrada del Renfe. ¿Y con que me encuentro?

¡Otro pasillo!


Luego de una caminata de la cual, estoy seguro, me hizo cambiar el huso horario, llegue al tan preciado ¡Renfe!:


Yo: Este es el que va al aeropuerto, ¿no?
Gallego de ocasión: No, ese es del otro lado.

Cruzo el andén:

Varias hojas de Zaramago después, llega el tren, y varios paisajes todos similares después, llego al aeropuerto. A la salida del tren hay un autobus que te lleva desde la estación al aeropuerto. Es un viaje de dos minutos. Es decir, hay una persona cuyo trabajo es hacer ese mismo recorrido, más de doscientas veces por día, todos los días, todas las semanas.

Arriba del tren dos niñas de cinco años contaron desde el uno al trescientos en catalán. Quería prestarle atención, pero cuando miraba por la ventanilla esto me hizo distraer.

¡Con razón no encontramos taxi a la mañana!



(Acá viene una parte aburrida donde doy treinta vueltas por el aeropuerto, pregunto cincuenta veces si vuelan a París, entro tres veces al mismo kiosko a pedir cambio solo para molestar, y demás hasta que me dicen que el vuelo mas barato ida y vuelta son 300 euros).

Derrotado, vuelvo del aeropuerto a la estación de tren. Recibo mi primer reprimenda peninsular por la siguiente foto:


Guardia de Seguridad: Oye, no se puede bajar a las vías a sacar fotos, ¿vale?
Yo (haciéndome el inglés): Okey, nou problem.


No entiendo nada, cuando hice la misma foto en San Miguel nadie me dijo nada.

CONTINUARÁ....

(Estoy cansado y como observarán mi inspiración no es la mejor xD. Lo bueno de esto es que uno después se olvida de las cosas pequeñas de los viajes, y a veces irlas anotando te ayuda a no olvidar las Margorys Españolas, los Bidets raros y los Pelados Salamándristicos).

lunes, 7 de abril de 2008

El viaje en avión

Alguien alguna vez escribió:

- Las nubes son como pedazos de algodón.

Dicha frase logro perdurar en el inconciente colectivo lo suficiente como para convertirse en cliche, junto a otras celebres como "No sos vos, soy yo" y "Blancas palomitas". Pero claro, ¿que sucede?, hay una razón por la cual los cliches y los esteorotipos existen. Es porque algo, en algun lado, en algún lugar, si se parece el esteorotipo, si responde al cliche.

En este caso, las nubes:



Yo diría que son como tergopol, pero, ¡venga hombre!, esas ganas de morderlas, de mojarlas en salcita y mandarlas para adentro. Definitivamente, pedazos de algodón.

En cuanto al viaje en avión en sí, he de decir que fue bastante agradable, tuve la oportunidad de ver los 300 en una pequeña pantallita que había en la parte trasera del asiento de adelante:



Vi la escena más famosa tanto en inglés, como en español "gallego". Noté las siguientes diferencias:

INGLÉS:
- THIS.. IS...SPARTAAAAAAAAAAAAAAA

ESPAÑOL:
- ESTO... ES.. ESPARTAAAAAAAAAAA

El único momento de turbulencias del avión sucedió mientras dormía y la secuencia basicamente fue así:
- Estoy durmiendo
- Algo me despierta mientras duermo
- Abro un ojo: el cartel de "Ponerse los cinturones de seguridad" está prendido
- Miro al Asistente de vuelo: Se agarra de los pasillos para no caerse.
- Pienso: Bueno, supongo que si el asistente de vuelo no se cayó al piso, no debe ser tan grave...
- Cierro los ojos mientras pienso: "Si caemos a una isla, solo espero que también caiga Claire"


¿Alguien se acuerda del Sim City? ¿Vieron cuando iban creando las casas, los negocios y los diferentes "distritos" como se veía? Bueno, me imaginó que el creador se debe haber inspirado en algo como lo siguiente:


Como curiosidad, detrás mio hacia mi izquierda viajó una mina que durante el despegue y el aterrizaje cerró los ojos, tomó la mano de su marido y rezó. Por las dudas, para mi próximo viaje quiero una fanática religiosa con miedo, porque no se si fueron sus rezos o qué, pero el aterrizaje fue re tranquilo. Es más, una vez asegurado el aterrizaje, una vieja, un par de asientos más allá, se puso a aplaudir al grito de "Bravo, bravo". El único que la secundó, fui yo.

Me gusta pensar que el piloto nos oyó.

Una pequeña escala en el Aeropuerto de Barajas, una primer oleada de "Vale"s y "Venga"s y un olvidable partido de Winning Eleven después... nos subimos a un avión un poco más chiquito, cuya turbina no era para nada chiquita:


Al lado nuestro se sentó una mina que debería de viajar tanto en avión, como yo en colectivo. Mientras yo miraba por la ventanilla, señalando cada luz que se veía en la noche, ella se entretenía en hojear una revista que, creanme, sería la envidia de cualquier Gente, Caras o Paparrazzi.

Ah, y si creían que las propogandas de Yogur, Celulares, Actimel, Bebidas y demás no eran suficiente... Miren a quien me encontré en el avión:



En fin, cuarenta minutos de viaje, un aterrizaje bastante tranquilo (esta vez sin aplausos), y un desambarco y finalmente llegamos a ese lugar tan esperado:



De aquí en adelante, comienza el Blog... Desde la Península.

Saludos,

Demax.-

Pd: Maldito Leandro y sus ideas!, jajaja.